"Ninguna idea ha destruido más la felicidad, ninguna filosofía
ha ocasionado más dolor, más aflicción y más daño;
ninguna idea ha hecho más para destruir a la familia que la
idea de que no somos progenie de Dios, sino sólo animales
avanzados, compelidos a ceder a todo deseo carnal”.
(“Nuestro ambiente moral”, Liahona, julio de 1992, pág. 73.)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario