jueves, 19 de agosto de 2010

¿Por qué es la lujuria un pecado capital?

¿Por qué es la lujuria un pecado capital?
Y bien, además del impacto espiritual destructor total que ejerce sobre nuestras almas, pienso que es un pecado porque profana la más elevada y la más santa relación que Dios nos da en la vida mortal: el amor que un hombre y una mujer se tienen el uno por el otro y el deseo que esa pareja tiene de traer hijos a una familia con la mira de ser eterna. Alguien dijo una vez que el verdadero amor debe incluir la idea de permanencia. El verdadero amor perdura, pero la lujuria cambia tan rápido como se da vuelta a una página pornográfica o se echa un vistazo a otro posible objeto de gratificación que se nos cruce, ya sea hombre o mujer. El verdadero amor que nos hace estar fascinados, como yo lo estoy por la hermana Holland, lo pregonamos desde los techos de las casas. Pero la lujuria se caracteriza por la vergüenza y el secreto, y es casi patológicamente clandestina, cuanto más tarde y más oscura sea la hora, mejor; y con puertas con doble cerrojo, por las dudas. El amor instintivamente nos hace acercarnos a Dios y tender la mano a los demás. La lujuria, por otro lado, no es para nada piadosa y celebra la autocomplacencia. El amor trae consigo manos extendidas y un corazón abierto; la lujuria sólo trae consigo un apetito voraz.
(Élder Jeffrey R. Holland, Liahona, mayo de 2010, págs.44-45)

No hay comentarios:

Publicar un comentario